La crisis ha llegado para todos, y el bar Yunque en Salamanca no iba a ser menos.
Os voy a contar una historia...
Había una vez un palacio donde vivían los bocadillos más
grandes y ricos del reino, el palacio-bar se llamaba el Yunque y estaba
en la plaza de San Justo.
Todas las noches, los chicos y chicas que habitaban cerca
del palacio del Yunque acudían etílicos a la llamada del hambre y saciaban sus
apetitos a base de pan, calamares, magro, bacon y otras genialidades de la
comida de madrugada.
Hasta que, un día, el Yunque se cambió de sitio a un grannn
castillo y perdió todo el glamour y la magia de vivir en un pequeño palacio
donde la gente no podía ni entrar.
Aquellos bocadillos supieron adaptarse a la nueva situación, había más espacio en el castillo Yunque de Salamanca, y se podía vivir felizmente, hasta que, un día, un camarero ogro o un dueño maligno decidió que era hora de reducir los bocadillos a la mitad!! OHH!!!
- Los mejores bocadillos de Salamanca ahora a la mitad y al mismo precio, seguro que la gente sigue viniendo como si nada, además, voy a cambiar el pan y a poner uno más barato, me haré ricoooo- rió el dueño del castillo.
Hoy, cuentan los salmantinos, que el Yunque ha tenido que empezar a vender online porque han perdido gran parte de todos esos hambrientos y borrachos que antes adoraban cada miga de ese pan, entre ellos, una pinta y un pollo. FIN.
Pues sí amigos, parecía que el Yunque de Salamanca era indestructible y la prueba es que están buscando nuevas oportunidades de negocio, porque ellos mismo se han cargado la gallina de los huevos de oro.
Aquí os dejamos su folleto, por si alguien se anima a pedir por teléfono:
Y para los que quieran ir al local, la dirección del "castillo" el Yunque en Salamanca es:
Ver mapa más grande
Que ustedes lo coman bien. Pinta.